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El pensamiento humano

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Pensamiento humano

Se dice que solamente utilizamos el 5% de la capacidad cerebral.

“Nadie puede decirle a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre.” (Dewey, 1989, p. 19).

La característica principal que desmarca al hombre de los otros animales es su capacidad de razonamiento. Se dice que el hombre común utiliza sólo el 5% de la capacidad de su cerebro, para tratar comprender la importancia y las diversas formas de aplicarlo que poseemos aquí revisaremos brevemente lo que es el pensamiento humano y digo brevemente porque este tema es enorme y complejo para creer que podemos cubrir todas su vertientes en un texto con algunas miles de palabras cuando hay investigaciones y libros enteros dedicados a ello.
Lo primero sobre lo que deberíamos de hablar del pensamientos humano, de acuerdo a mi lógica, es que es una herramienta poderosa y versátil que puede hacer conexiones, imaginar posibilidades y resolver problemas de manera innovadora. Los pensamientos son inconscientes se dan de forma natural como parte de nuestra estructura mental y claro de como somos y lo que hemos vivido, estas experiencias nos marcarán y definirán de alguna manera nuestros pensamientos, eso no significa que no podamos pensar diferente a lo que nos enseñaron de niños o que debamos aceptar ciegamente la información que recibimos.
De el mismo Dewey podemos resumir los siguientes puntos importantes:
“El pensamiento reflexivo es una cadena, trozos de pensamiento nacen unos de otros para encadenarse y apoyarse, al reflexionar estamos ordenando las ideas y determinando su resultado, el pensamiento reflexivo como tal va hacia una conclusión, en este caso no pensamos nada más por pensar, lo hacemos para llegar a algo, para este pensamiento es necesario alcanzar una meta después de haber trabajado en una secuencia de ideas, lo anterior debe quedar bien diferenciado de tomar el “pensar” como sinónimo de “creer”, por ejemplo cuando alguien dice: “Pienso que los gatos negros son de mala suerte” esta externando prejuicios o ideas preconcebidas, no conclusiones a las que haya llegado como resultado de la actividad mental personal, como la observación, el recuerdo y el examen de la evidencia.
Para entender mejor este tema es necesario conocer las dos fases del pensamiento reflexivo:
1.- El estado de duda, de vacilación, de dificultad mental en la que se origina el pensamiento.
2.- El acto de búsqueda, de investigar, de ir a la caza (supongo que aquí afloran nuestros instintos básicos) para encontrar aquello que aclare la duda, que resuelva el dilema al que nos hemos enfrentado.
Los dos puntos anteriores son de suma importancia ya que nos impulsaran a generar todos los proceso necesarios del pensamiento para alcanzar nuestro objetivo, por lo anterior podemos concluir que el pensamiento, lejos de ser una cuestión de resultado automático, se origina en la perplejidad, la confusión y la duda, como ejemplo imaginemos a un niño que se enfrenta a un problema de matemáticas complicado en la escuela, el niño se siente perplejo y confundido sin saber por dónde empezar, esta duda es el punto de partida para el pensamiento reflexivo, que no surge de manera automática; debe ser provocado y evocado por una dificultad o una pregunta que desafía nuestra comprensión. En el mundo de la publicidad, este tipo de pensamiento es fundamental para la creación de campañas efectivas que cautiven a la audiencia y comuniquen un mensaje convincente.
La duda es un componente esencial en el pensamiento reflexivo, muchas personas prefieren dar una respuesta rápida o aceptar la primera solución que les viene a la mente, ya sea por pereza mental o impaciencia, sin embargo, el pensamiento reflexivo implica mantener y prolongar el estado de duda, lo que estimula la investigación rigurosa.
El pensamiento reflexivo también se relaciona con la investigación rigurosa en publicidad. Por ejemplo, al diseñar una campaña el equipo de marketing debe estar dispuesto al trabajo intelectual y técnico, la campaña debe basarse en datos de mercado, tendencias de la industria y el perfil demográfico del público objetivo, no se deben aceptar afirmaciones de algo sin una justificación sólida, en lugar de afirmar simplemente que un producto es el mejor, es importante proporcionar pruebas claras, como reseñas de clientes satisfechos o datos de ventas validados.
Este tipo de pensamiento también se relaciona con la creación de mensajes persuasivos. A menudo, se encuentra un estado de duda en el consumidor que puede aprovecharse. Por ejemplo pensemos en una campaña de servicio de entrega de comida y tenemos al cliente potencial con la duda sobre si debe cocinar o pedir comida, entonces es cuando entra en juego la publicidad y puede sugerir que pedir comida es la solución más conveniente, ofreciendo las ventajas, previamente analizadas y desarrolladas por el especialista, de tiempos de entrega rápidos, opciones de menú variadas y la comodidad de no cocinar, estas ideas ya finalizadas y montadas pueden parecer fáciles e incluso sin gran complejidad, pero lo cierto es que sí llevan un alto grado de pensamiento reflexivo para llegar a los conceptos preciso y pulidos que deben de hacer clic y llegar en el momento justo de duda y búsqueda de una solución por las personas.

Es importante aclarar que para este tipo de pensamiento no basta con tener el conocimiento de los métodos de investigación y comprobación, además se necesita una disposición personal que incluye la mentalidad abierta, el entusiasmo y la responsabilidad.

Mentalidad abierta
La mentalidad abierta es una actitud que va más allá de la carencia de prejuicios. Implica no limitar la mente con hábitos que impidan considerar nuevos problemas y asumir nuevas ideas o soluciones, para cultivar una mentalidad abierta, es indispensable fomentar la curiosidad constante y el esfuerzo activo por comprender lo nuevo.
Una mentalidad abierta es esencial para un diseñador o un publicista, en este sector profesional que evoluciona constantemente la resistencia a nuevas ideas o enfoques puede ser perjudicial. Imaginemos una agencia de publicidad que está creando una campaña para un nuevo producto revolucionario. Los publicistas deben estar dispuestos a explorar y considerar enfoques novedosos en lugar de aferrarse a métodos convencionales, el prejuicio o la falta de apertura mental podrían limitar su capacidad para ver oportunidades creativas. Por ejemplo, si un publicista tiene una mentalidad rígida y se niega a considerar nuevas ideas, podría perder la oportunidad de desarrollar una campaña innovadora que capte la atención del público.
Entusiasmo
El entusiasmo es cuando alguien se interesa vigorosamente en algo, un tema, un objeto o una causa, se sumerge en él con todo su corazón, la persona desea generar preguntas e investigar ampliamente acerca de su interés.
El entusiasmo juega un gran papel en el diseño y la publicidad, estos profesionista deben de ser apasionados por los productos o servicios que promocionan o diseñan, por ejemplo: Tenemos una agencia de publicidad encargada de crear una campaña para una ONG que busca recaudar fondos para una causa importante, el entusiasmo del equipo creativo puede marcar la diferencia en la efectividad de la campaña, sí los publicistas no se sienten emocionados o comprometidos con la causa, es probable que el mensaje carezca de autenticidad y espíritu para inspirar a la audiencia que deben de llegar.
Además, el entusiasmo en la diseño y la publicidad se verá reflejado en un trabajo más dedicado y creativo ya que se van a explorar nuevas ideas y seguramente habrá un esfuerzo extra para crear campañas que conecten con el público, aquí otro ejemplo: Hay una agencia publicitaria desarrollando una campaña para un nuevo videojuego, el entusiasmo del equipo creativo puede llevar a la creación de anuncios emocionantes e impactantes que atraigan a los jugadores.
Responsabilidad
Ser intelectualmente responsable es considerar las consecuencias de nuestras decisiones y de enfrentar sus consecuencias de manera razonable. La responsabilidad intelectual garantiza la coherencia y la armonía de lo que creemos, también implica la capacidad de llevar una cosa hasta su fin o conclusión. La falta de responsabilidad intelectual llevaría a la confusión mental y a la falta de integridad.
La responsabilidad es una cualidad que también debe de ir de la mano con los publicistas, quienes deben ser responsables de la forma en que presentan productos o servicios al público, es esencial que al promocionar la calidad, seguridad o algún otro atributo importante de un producto o servicio se haga con ética y responsabilidad ya que se deben considerar las consecuencias de los mensajes creados y asegurarse de que sean precisos y no engañosos; además de que la información falsa o engañosa puede dañar la reputación de una marca y afectar la confianza del consumidor. Por ejemplo: Si una agencia de publicidad está promocionando un nuevo medicamento, la responsabilidad implica proporcionar información precisa sobre los beneficios y los posibles efectos secundarios, cumpliendo con las regulaciones legales y éticas establecidas.
Con los tres puntos anteriores podemos entender que los principios abstractos de la lógica y las cualidades morales del carácter no son opuestas, al contrario, deben unirse para lograr un pensamiento efectivo.
En resumen, el pensamiento reflexivo se origina en la perplejidad, la confusión y la duda. Se caracteriza por la búsqueda de sugerencias, la suspensión del juicio y la investigación rigurosa que son elementos esenciales ya que nos llevan a no aceptar ninguna idea o creencia sin razones justificadas, la combinación de actitudes personales y métodos diestros es fundamental para lograr un buen pensamiento reflexivo.
En la vida cotidiana, el pensamiento reflexivo se aplica en la toma de decisiones informadas y la resolución de problemas complejos. En la publicidad, los profesionales deben aprovechar el dilema de los consumidores para sugerir soluciones convincentes basadas en datos y evidencia, y estar dispuestos a realizar investigaciones rigurosas. Al aplicar estos principios, los mensajes publicitarios se vuelven más persuasivos y efectivos, lo que finalmente podría llevar a un mayor éxito en la promoción de productos y servicios. No debemos olvidar que una mentalidad abierta, el entusiasmo y la responsabilidad influyen en el desarrollo, creatividad, autenticidad, ética y diseño de campañas publicitarias. Los publicistas deben cultivar estas cualidades en sí mismos y en sus equipos para lograr el éxito en un campo en constante evolución. La unión de actitud y método es la clave para crear campañas publicitarias efectivas y significativas que resuenen con el público y generen un impacto duradero.
Y, por otro lado tenemos al pensamiento lateral o creativo que simplemente es otro tipo de pensamiento con sus propias pautas, de este tema hablaremos en otro post ampliamente, por lo pronto, lo que debemos tener claro es la importancia de equilibrar el pensamiento convergente con el divergente para liberar el potencial creativo.

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